Problemas en la vista


 

– ¿Cómo dice que se llama cuando los ojos se te llenan de biquinis, tangas y pantaloncitos?

– “Viejoverde”, me parece.

– Pues eso debe ser. El caso es que vengo de pasear por la Avenida de las Canteras y no le quiero contar el espectáculo. Bueno, en realidad sí que se lo quiero contar, por eso me he puesto a escribirlo. Los hay de todos los tamaños, turgencias y colores. Esos levantaditos con la maquina de step. Los que están un poco caídos pero que se ven que tienen historia. Los caídos del todo que tienen aun más historia pero que no quiero que me la cuenten.

– ¿Está usted hablando de pechos?

– Y de culos, amigo. Sobretodo de culos.

– ¿Y a usted no le parece que eso de ir de mirón, a su edad no queda bonito?

– Qué dice cristiano, si los ojos siempre son niños. Para que lo sepa, los ojos son los únicos órganos del cuerpo humano que permanecen siempre del mismo tamaño, desde que nacemos. Y mantienen intacta la curiosidad y el gusto por las cosas bonitas. Y no vea usted la de cosas bonitas que se ven en esa playa. Ya le digo, aun tengo los ojos llenos de biquinis y tangas.

– ¿Y ha probado a cerrarlos? Los ojos quiero decir.

– Quite, quite. Eso es peor. Sigo viendo lo mismo, pero encima, se pone en marcha la imaginación y eso sí que es para no contarlo.

– Y digo yo que entre tanto “culamen” y “tetamen”, se habrá tirado algún lance ¿no?

– Pues no, mire usted. Uno lleva ya unos años, muchos, retirado de ese mercado y no sabe como manejarse. Esto de los piropos y las frases ocurrentes para iniciar un acercamiento, son cosas que hay que saber medir, porque si te quedas corto: malo, pero si te pasas: peor.

– Sí pero, si no pruebas, no sabes.

– Que no cristiano, que no. Que siempre es mejor estarse calladito y parecer bobo, que abrir la boca y que se te caiga la baba.

– Lo que pasa es que usted no quiere contarlo porque esto lo puede leer su santa y se le caería el pelo. A usted, no a su santa.

– Pues mire, ahí se equivoca. Si por un casual, hubiera habido algo de mojo con morena, le puedo asegurar a usted que lo contaría con pelos y señales. Con esto del blog, uno siempre tiene el recurso de asegurar que se trata de ficción literaria.

– Usted sabe más de lo que aparenta.

– Procuro manejarme con equilibrio. No es fácil, pero da sus satisfacciones.

– ¿Y qué piensa hacer?

– Pues volveré mañana. A ver si esto funciona como una vacuna y mañana con el refuerzo, me curo. Y si así no fuere, que me quiten lo “mirao”.

16 responses to this post.

  1. De momento mirar es gratis, aprovecha mientras puedas por si acaso

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    • Pues sí, pienso aprovechar. Y si hay más recortes, que sea en la tela de los biquinis. Pero recuerda: Esta obra es debida a la imaginación del autor. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. Por si un caso.
      Un beso.

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  2. Es curioso, esa entrada podría firmarla, no hacerla ojo, pero sí hacerla mía tras leerla.

    Yo también soy (creo que todos) de ponerme morado por la calle, es inevitable, y también soy más de culo que de teta, sin desmerecer un buen par de aldabas bien puestas ahí desafiando toda lal leyes gravitatorias, pero un culo…. ains, que bellas agarraderas se ven por ahí en verano.

    También coincido en lo de mirar y admirar en silencio, más que nada porque soy tímido, sería incapaz de lanzar un piropo, además qué coño, supongo que no será de agrado recibirlos de un vejete, casi cuarentón, calvo, gafoso y con escaso lustre y belleza física.

    Abrazos compañero.

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    • No se prive usted. Fírmela si es su gusto. Lo que sí que no le permito es que pose de vejete casi cuarentón, salvo que el casi cuarentón signifique que ya es cincuentón, como es el caso de un servidor. En caso contrario, es usted insultantemente joven. En cuanto al lustre y la belleza física, doctores tiene la ley, que opinen ellos, o en su defecto ellas. Abrazos.

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  3. Mecachis, a ver si soy ahora el único de 45 que todavía no puede limitarse quietecito a echar el ojo, sino que echa el consiguiente piropo sin reserva alguna. Ya está, eso sí. Ya no echo nada más. Pero el piropo (merecido o no, que uno tiene su corazoncito) se me escapa de entre los labios a la par que la baba.
    — Somos almas gemelas, preciosa…
    — ¡Feo!
    — ¿Ves? Los dos mentimos con naturalidad.
    Es que un culo en equilibrio, un ombligo bien centrado y un par de peras encañonando al mundo, piden a voces un piropo, leches. Será que por aquí por Sevilla, por no desmentir a los Alvarez Quintero ni a las películas de los 60, todavía se estilan con cierta frecuencia.
    — Tiene usted la vista cansada, Jesús…
    — No me extraña, acabo de llegar de la playa.
    Un cordial abrazo, compañero.

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  4. Los piropos no deben perderse nunca! que muchas estamos desangelás, ya no queda ni un buen paleta en una obra dispuesto a subirle a una la moral. Se pierden las buenas costumbres con lo politicamente correcto.

    Y a ver si os enteráis los tres, las de 20 no necesitan piropos, ni los saben valorar y además les vais a parecer viejos guarros.

    Vosotros piropos a las cuarentonas, que son las de vuestra edad, y las hay bien lozanas todavía, a mi me sueltan uno y me apañan el día.

    Besos

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    • Cuando era un doceañero, allá por mi Sevilla de mis amores, le decíamós a las chavalas: ¡Estás más buena que el pan de viena! Y te aseguro que en mi caso era un piropazo, pues una buenas «tostás» hechas con pan de viena te arreglaban el día.
      Desde entonces, he perdido el hábito, y hasta el monje. El otro día le dijo un pavo a una morenaza: ¡Te voy a dar un beso donde más gusto te dé! y la morena de mi copla le contestó: Pues dámelo en la punta del nabo (textual) de mi novio, que es lo que más gusto me da. Y te juro que vi la tierra abrirse y tragarse al pavo, cosa que no sé si el pavo agradeció como debía.
      A ti Inma te diría: ¡Eres más guapa que las pesetas! que es igual de antiguo que lo del pan de viena, pero que me parece que se va a poner en valor con la que está cayendo.
      Besos mil.

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      • Ja ja, sin desmerecer el piropo, que agradezco en su justa medida, me has puesto tierna, porque esa frase me la decía siempre mi abuela…bueno ella decía literalmente «eres más salá que las pesetas» luego también me decía otras cosas un poco más feas dependiendo del disgusto que le estaba dando, pero se me quedaron las frases bonitas.

        Hay piropos y piropos, todos los que empiecen por » te voy a comer…» son desagradables, demasiado intrusivos, otra cosa es que te digan «estás pa comerte» pero sin puntos suspensivos.

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  5. A mí el piropo que más me gusta es ese de «estás tan buena que habría que pedirle la receta a tus padres» 😀

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    • También en mi recuperado Badajoz (uno ha tenido un recorrido) cuando salíamos del colegio en pandilla, al cruzarnos con una moza a la que acompañaba su madre, le decíamos aquello de: señora, le cambio a su hija por éste (señalando al más pardillo del grupo) que es tonto y no come.
      Recientemente oí uno que decía algo así: si estar buena fuera pecado, tú no tendrías perdón de dios.

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  6. Total, que habrá que sacar un articulillo sobre piropos.
    Ok. Me pongo manos a la obra.
    Ahora tendré que salir a la calle con cualquier excusa vana y experimentar en carnes lo que después será una transfusión a teclado.
    Si es que sólo me dais trabajo…

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    • Pues mira, no es mala idea. Como es tuya,te la dejo para ti, que no sé por qué, temo que si hago yo el trabajo de campo, la poca reputación que me queda salte hecha añicos, que aunque pudiera parecerlo, no significa años pequeños en mañico.
      Aunque también Inma podría hacer uno desde el punto de vista femenino, que en su caso, afortunadamente se alejaría mucho de lo políticamente correcto.
      Ya estoy deseando leerlos.

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  7. Cuánta gente conocida por aquí (Inma y Dess). Ya sabéis donde os metéis, jodios. Qué calladico os lo teníais.
    Este señor ha venido a descubrir mi blog por vuestra culpa y el caso es que casi me da vergüenza que no haya sido al contrario, habiendo leído lo que acabo de leer.
    Visita devuelta, Miguel. Ya me conozco el camino y creo que no le voy a dejar crecer la hierba.

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    • Gracias por la devolución de visita. Y no me abrumes a elogios, que me gustan mucho. Yo soy el que estoy agradecido a ellos, pues me han descubierto varios blogs muy interesantes, entre otros el tuyo.
      Entra y sal como te apetezca, es tu casa.
      Un saludo, compañero.

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  8. Por alusiones ¿has visto Macondo lo que descubre una solita? verdaderas perlitas, aprovecho para decirte que el otro contertulio, el señor Jesús, es genial también, y mi Macondo que os voy a contar, un sol.

    Me alegra ver que de nuevo nos vamos encontrando en lugares comunes.

    Jesús, quedo en espera de post sobre los piropos, ya se que el estudio de campo te va a resultar duro y pesado, pero todo sea por satisfacer peticiones.

    Miguel, yo me pienso lo del punto de vista femenino, lo que ocurre es que últimamente salgo poco y estoy desentrenada, una de dos, echo mano a los recuerdos, o voy a tener que hacer también trabajo de campo…ala! a ponerme estupenda y a la calle a ver si todavía soy capaz de levantar pasiones.

    Por cierto, hace poquito me dijeron uno mu chulo en mi blog je je.

    Besos a mis cuatro mosqueteros

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