Los lunes… historia (reescritura).


Podría haber nacido mucho antes, pero su madre no quiso. Y claro; donde manda capitán… Sí señores, su madre era capitán. Capitán del glorioso ejército español. Se llamaba Luis Pastor Casamata y su padre era un lugarteniente de Abd el-Krim, por mal nombre Salim Changa. A él, los españoles le llamaban Luís Changa Pastor y los rifeños Chibi Changa ben Salim.

Decía que podía haber nacido mucho antes, puesto que fue gestado cinco años antes de su nacimiento. Pero su madre, el Capitán Pastor, decidió que nacería el día 22 de julio de 1921. ¿Por qué? ¿Quién lo sabe? Al igual que nadie podía saber las consecuencias que esta decisión tendría para las tropas destinadas en el Marruecos Español.

Chibi Changa era fruto, no de una noche de pasión entre Salim Changa y el Capitán Pastor. No, ni mucho menos. Era fruto de un «aquí te pillo aquí te mato» ocurrido en una incursión de Salim Changa en el campamento español cerca de Annual. El Capitán Pastor dormía plácidamente tras haberse pimplado tres botellas de tinto y haberse fumado el sólito otros tres canutos de grifa calidad suministrada por Ibrahim, el cabo cuartelero. Tuvo el Capitán la mala fortuna de quedarse dormido en posición decúbito prono, posición muy atractiva para Salim, aventajado alumno del pecado nefando, que en cuanto lo vio se dijo para sus adentros «esta es la mía» y la suya fue. Como resultado de este vil, traidor y quizás, placentero asalto, el Capitán Pastor quedó doblemente embarazado. No, no me refiero a gemelos, no. Me refiero a que, por un lado quedó embarazado, es decir, encinta y por el otro, bueno, por el mismo, quedó en situación embarazosa para explicar lo ocurrido.

El Capitán Pastor tomó dos decisiones transcendentales para la historia de España. La primera: que su hijo nacería el 22 de Julio de 1921, y la segunda: que se quedaría con él y no permitiría que fuera educado por un rifeño con semejantes gustos sexuales.

Salim, que era el lugarteniente preferido de Abd el-Krim (sospechoso este Abd el-Krim ¿verdad?), enseguida fue a hablar con su jefe y lo convenció para asaltar la posiciones españolas en Annual justo el día en que el Capitán Pastor diera a luz a su hijo Chibi (Luis) Changa, con el fin de arrebatárselo a su madre.

Y así fue como Abd el-Krim consiguió sublevar a todas las tribus rifeñas e infringir una derrota sin paliativos al ejercito español.

Usted querido lector habrá leído, oído, e incluso estudiado, otra versión del llamado «Desastre de Annual«. Mentiras, patrañas, trolas de tamaño descomunal. Esta es la verdadera historia y usted, un privilegiado por haber tenido la ocasión de conocerla.

Posiblemente revisaremos otros episodios de la Historia de España.

22 responses to this post.

  1. Admito públicamente mi ignorancia ante el episodio que hoy nos regalas. Sin embargo, me quedo sin duda con tu versión, mucho mas convincente 😉
    Un abrazo cruje-huesitos

    Responder

  2. Me la creo a pie juntillas aunque tengo que reconocer que me ha sido un podo dificil seguirla 😛
    Besazo

    Responder

    • Detrás de esta pocas líneas, hay un trabajo de muchos años, no sólo mío, de todo mi equipo, que aunque se cubren bajo el paraguas de mi firma, han realizado tanto trabajo como yo o más. En nombre mío, pero sobretodo en nombre de mis anónimos colaboradores, te damos las gracias por tu fe en nuestro trabajo.
      Un besazo.

      Responder

  3. Pero mira que la Madre Patria tiene interesante historia. ¿No habremos nacido así sus hijos allende los mares? Aquende, digo, aquende…

    Responder

    • Allende los mares, existen aun historias más curiosas relacionadas con la madre patria. Algún día, quizás, hable de alguna de ellas.
      Mientras tanto, un casto beso de aquende para allende.

      Responder

  4. Te tengo dicho que dejes de esnifar pegamento, que luego pasa lo que pasa, no había escuchado nunca una historia tan disparatada. La verdad, pa que te voy a engañar, yo no me la creo, he empezado a hacerlo, parecía creible, pero eso de que el capitan Pastor se pimplara tres botellas de vino no tiene ni pies ni cabeza, ahí es donde he pensado: tate! esto no es verdad

    Responder

    • Con lectores tan sagaces debo andar con pies de plomo. El único fallo que tiene mi relato lo has descubierto. En realidad se bebió díez azumbres de vino, pero no quería dar la sensación de que los oficiales del glorioso ejército español eran unos borrachines y por eso lo reduje a tres botellas. Ya sé que habiendo un sólo error, se pone en duda todo el estudio, pero juro por mi honor (al fin, me sale gratis), que el resto es tan cierto como que me llamo Juan. Y tú no me dejarás mentir.
      Un beso de tu rendido admirador (ahora más si cabe) Juan y un piquito de Dragon.

      Responder

  5. Me tengo que pensar todavía si eres un genio o estás como un cencerro, pero la verdad es que la historia me ha gustado.
    Gracias por la primicia.
    Un abrazo.

    Responder

    • Creo que la distancia entre el loco y el genio se puede saltar a pies juntillas. Así que le quedo agradecido por cualquiera de las dos etiquetas.
      Un abrazo.

      Responder

  6. Debo confesar que la Historia nunca ha sido mi punto fuerte. Con mis lagunas en esa disciplina se podría regar el desierto del Sahara y aún sobraría agua para algún campo de golf del sur español. Por tanto mi opinión no debería sentar cátedra, pero este episodio me parece tan disparatado que debería ser real.
    Un abrazo.

    Responder

  7. Posted by Ana azul on 4 diciembre, 2012 at 8:22

    Seguro que tu versión es la verdadera. No lo dudo para nada. Besos
    Ana

    Responder

  8. Yo también me creo a pies juntillas tu versión de los hechos, hay mucho historiador de pacotilla por ahí desinformando al respecto, ni puta idea.

    Abrazos crack.

    Responder

  9. Ja! Asi no me pierdo yo ni una clase de historia jejejejeje. Interesante ha sido sin duda. Saludos.

    Responder

  10. Te gustan los halagos ¿verdad? Pues me ha parecido genial! Esto es imaginación y lo demás (osea la realidad) son bobadas!

    Besos

    Responder

Replica a dolega Cancelar la respuesta