– Buenos días Don Rojelio. ¿Cómo anda el asunto de Mercasevilla?
– Mire Don Pepino, hoy es 24-F y no me apetece discutir con usted.
– ¿Y eso que tiene que ver?
– Hombre, si a Zapatero le funcionó lo del 23-F para no contestar a Rajoy, no veo porque no me va a funcionar a mí lo del 24-F. Al fin y al cabo, lo que debemos celebrar es el fracaso de la tejerada, y eso, fue hoy día 24.
– Cambiando de tema. Qué bien estuvo esa ciudadana que le increpó a la Pajín por comer en restaurantes de lujo.
– ¿Usted cree?
– ¡Claro hombre! No son recomendables, engordan mucho. No hay más que verle la doble papada.
– Mire por donde, parece que ustedes los peperos también se ajustan a la ley de igualdad.
– ¿Qué dice cristiano?
– Hombre, antes cuando hablaban de la Pajín hablaban de «mamadas», ahora lo hacen de papadas. ¡Viva la igualdad de sexo!
– ¿No le ha parecido entrañable el acto en el Congreso, con todos los líderes de 1981?
– Hombre, todos no. Faltó el Duque. Lo que sí he podido comprobar, es que Carrillo a sus 96 tacos se conserva muy bien. No así el conservador Fraga, que con ocho años menos, está muy perjudicado. Paradójica situación ¿no le parece?
– Pero Don Manuel intelectualmente está hecho un chaval.
– Sí, como Paco Martínez Soria. Ahí le duele.
– Bueno, brindemos porque ninguna tejerada nos impida a usted y a mí seguir tirándonos los trastos a la cabeza como hasta ahora.
– Por ese motivo, brindo con usted hasta la cirrosis (Calamaro dixit).