Vida ejemplar de Doña Ignara García Nesciente (reescritura)


Doña Ignara García Nesciente, era corta y redundante, a más de estar a la luna de Valencia, en su sentido más oscuro, es decir, durante un eclipse.

– Usted cree que ella lo sabía.

– Estaba bautismalmente incapacitada para ello.

– ¿Le dio un aire durante el bautizo?

– No exactamente.

Doña Ignara casó en terceras nupcias (las dos primeras fueron de prueba y declaradas nulas), con Don Prudencio González Achantado, cónyuge pusilánime y predestinado que no subió a los altares por parapoco, pero, qué se ganó el cielo junto al sacramento, se lo ganó.

– ¿Fue hombre de innúmeras virtudes?

– No, sólo se le conoció un gesto heroico, pero suficiente.

– ¿Relacionado con la fe?

– Más bien con la resignación, fuera ésta cristiana o no.

El matrimonio no tuvo descendencia, no sabemos si por la sabiduría de la naturaleza o por la comprensible poca voluntad de cumplir con el débito por parte del marido.

– ¿Se le había retirado el “animus iodiendi”?

– En la primera cita.

– ¿Y aun así casose?

– Por ello casose.

Doña Ignara, natural de Torrelodones, no gustaba de indicarlo por la mala rima que tiene y siempre decía que era de a treinta kilómetros al noroeste de Madrid, que además de largo, es impreciso, pues Torrelodones sólo está a veintinueve kilómetros. Además, era coja del pie izquierdo, que podría indicar su mala inquina y tonta de la derecha, que podría indicar su estulticia.

– ¿De la parte derecha del cerebro?

– No, de la parte derecha y abundante del PP.

– ¿De ahí lo de vida ejemplar?

– Precisamente, aunque de mal ejemplo.

12 responses to this post.

  1. Recordando a don Camilo José.
    Ya he encontrado el tiempo (con la eficaz colaboración de nuestra común amiga Inma) para colocar tu galardón en mi blog. Me hace hasta juego con el fondo.
    Un abrazo.

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    • Me temo que somos los únicos de la blogosfera, al menos de la blogosfera que yo controlo, que reivindicamos el buen hacer como escritor de don Camilo, el del premio.
      Tengo incluso en proyecto una entrada hablando de sus muy buenos libros, pero me temo que va a tardar en salir, pues cada vez que le meto mano, le noto un aire pedante. Pero en cuanto le encuentre el estilo, la publicaré.
      Un abrazo.

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  2. Es que es difícil hablar de Cela y que no salga algo pedante 😀 si vosotros mismos os lo decís.

    Yo creo que la vida ejemplar es la del marido, no me cabe duda alguna, ejemlar y dura, ese sí que merece el cielo.

    Abrazos.

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    • Quizás este libro te reconcilie con don Camilo, el del premio. Que para todos tiene alguno.
      Un abrazo, crack.

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      • A mí no me caía mal, como persona digo, pero reconozco que no he leído nada de él, el comentario lo hacía para picar 😀

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        • Como persona, dicen algunas crónicas que alguna explicación debería dar sobre su relación durante la guerra y primera posguerra con el bando vencedor. Alguna supuesta carta ofreciéndose como delator y otras menudencias. Pero vamos, que no he visto la carta ni la confirmación de que fuera suya. Y lo cierto es que su revista «Los papeles de Son Armadans» fue un nexo de unión entre los escritores del exilio y los de aquí.

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  3. Vais a comparar a mi Miguel con D. Camilo! que más quisiera el difunto, claro que conociendo mi inquina hacia el finado pareciera que con poco se le puede superar, pero no es el caso, y para muestra este botón, lleno de revueltas y revolcones literarios.
    Besitos a los seis

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  4. De Cela solo he leido la colmena y me encanto…
    Muacas

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    • Pues ese es un buen motivo para seguir indagando en el autor. Creo que ya te recomendé alguno de sus libros de viajes. Los dos volúmenes de «Los viejos amigos», son también «bocatto di cardinale».
      Besos de regreso, pero otros, esos van al cajón donde guardo los besos importantes.

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